Ayer...
después de tener un día de mierda, por la facultad y...
también por creer algo que nunca fue...
necesite leer una carta que me mandaron...
y también compartirla...
Eli:
Quizás lo más importante de tener un bajo concepto de ti misma, es la sensación interior de impotencia… de no capacidad para lograr lo que te propones.
Del miedo a los demás o creer que son superiores en forma alguna a ti.
Del creer que no eres lo suficientemente especial como para ser querida, valorada… amada.
De no creerte digna del amor y del aprecio.
Lo curioso, es que tienes lo mismo que los demás ¿Porqué te sientes menos entonces?
Mi primera observación, es que cuando tú eras pequeña, eras audaz, atrevida…curiosa. Aprendiste a patinar después de muchas caídas y moretones. Claro, llorabas, pero de ninguna forma pensabas acerca de ti que eras una tonta o algo así ¿verdad?
Simplemente te levantabas y seguías intentándolo… hasta que aprendiste a patinar. Nunca asociaste tu valor personal al que te cayeras y tropezaras. Simplemente seguías intentándolo por inercia, como algo instintivo y natural.
Eras feliz. ¿sos feliz?. Nunca pensabas en ti en términos de valía. Simplemente disfrutabas cada momento, jugabas, reías, llorabas, preguntabas…
Te perdías en la vida. Jamás te pasaba por la mente pensar en abstracciones acerca de tu valor.
¿ Por que crearte una baja auto-valoración?...
Cuando vas a la universidad, convives con compañeros, niños que son fiel reflejo de lo que sus padres les dicen... por ejemplo Los niños repiten fielmente lo que les dicen sus padres. Entonces, si un niño que recibe un mensaje en su casa “eres un tonto”, a la vez él te va a decir “eres una tonta”. En verdad comienzas a pensar que lo eres.
descubre que si haces lo que tus padres y compañeros te dicen… tendrás la etiqueta de niña buena, bien portada y decente…
Y comienzas a decir lo que los demás desean oir… actuar con miedo, no sabiendo si tus palabras serán aprobadas por los demás, y toda tu vida te vuelves títere de los deseos de otras personas.
Y si tú como joven, sientes que fracasas mucho… el éxito es un fracaso de una cuantía mayor.
El fracaso se asusta y huye, ante la persistencia…
Bueno… a estas alturas ya habrás comprendido que tú por naturaleza deberías tener un sano concepto de ti misma… es más, ni siquiera el concepto debería estar en tu mente.
Deberías estar perdida viviendo, tanto, para no darle tiempo a tu mente para pensar en eso…
Los chamanes mexicanos decían, que para ellos no eran tan importante las palabras… que las acciones nuevas conllevan reflexiones nuevas.
A la acción… los fantasmas aterradores de los pensamientos se esfuman.
Cuando se trata de volver a creer en ti. Es como cuando te dicen “ya no lo pienses mucho ¡hazlo!”. Lo primero en que tienes que concentrarte es en actuar. Actuar como tú lo sientas y tú quieras ser.
Hay mucha gente que utiliza el manejo del bajo concepto de muchas personas para otros fines. . .
Bien, el siguiente ejercicio de Rachel Charles, puede ayudarte para entrenar tu imaginación y sentirte protegida, en el intento por rehacer tu concepto de ti misma.
Es muy efectivo.
Busca un sitio en el que te sientas absolutamente seguro y nadie te interrumpa. Cierra los ojos y relájate por completo, sabiendo que estás a punto de aprender a brindarte protección psicológica.
Recuerda cualquier situación molesta en la que te hayas sentido invadido por energías hostiles. Visualízate allí y evoca a quienes te acompañaban. ¿Qué es lo que hicieron o dijeron? ¿Cómo te sentiste? ¿Cuáles fueron tus reacciones?
Ahora imagina que comienzas a andar para distanciarte de la situación, y llegas a una bonita casa antigua.
Has oído que pertenece a una persona anciana y sabia. La puerta está abierta y no hay nadie a la vista; así que decides explorar. Subes las escaleras hasta la planta superior, muy aireada y luminosa.
El sol brilla a través de la ventana e ilumina un viejo baúl. Lo abres y descubres que contiene algunas bellas prendas de vestir. Te intriga particularmente una chaqueta o camisa de seda; así que la coges. Admiras su fino material y te atrae su color. Te la pruebas y te asombra comprobar que te queda perfecta.
Este descubrimiento te entusiasma, porque te hace sentir que ha sido confeccionada para ti.
Ves un movimiento en un rincón del cuarto y te das cuenta de que la persona que vive en esa casa ha estado allí desde que llegaste. Te sonríe y dice: “Te he estado esperando. Tómala, es tuya. La seda te protegerá; así que úsala cuando sientas que la necesitas”.
Agradece el regalo a aquella sabia persona y continúa la conversación del modo que consideres oportuno.
Ahora te despides y abandonas la casa sin quitarte la prenda que te han regalado. Retornas a la situación difícil, pero esta vez sabes que la seda te protegerá.
Mientras la persona o personas hostiles se burlan de ti o te miran con desdén, compruebas que sus palabras y miradas no consiguen atravesar la seda, sino que simplemente rebotan sobre ella. Soportas su agresión con calma y dignidad porque sabes que no pueden hacerte daño. Su antagonismo disminuye de forma paulatina.
Permite que la situación se diluya poco a poco, y luego busca un sitio seguro donde guardar tu preciosa prenda de seda. Afírmate que cuando te sientas amenazado te la pondrás, confiando en sus poderes protectores.
Gracias.... E. M. - México
Arriba el animo nena... !!!
Todo empieza de nuevo,
debes concentrarte en personas y cosas mas importantes .